VOLVER A EMPEZAR (I)

Al igual que la película dirigida por José Luis Garci, Volver a empezar, es lo que parece que se tendrá que aplicar la Selección Española de Baloncesto, después del rotundo fracaso que ha supuesto el sexto puesto en el Mundobasket finalizado recientemente en Turquía.

Después de cuatro finales consecutivas a nivel Internacional y ganando dos de ellas, España vuelve a conocer el olor que desprenden aquellos que se desenvuelven mejor en los fracasos que en los éxitos.

Ni siquiera la ausencia del mejor actor en el anterior Mundial –Pau Gasol-, ni la inoportuna baja semanas antes de comenzar el torneo de José Manuel Calderón, pueden disimilar el ridículo de un combinado confeccionado y preparado para mayores retos.

El prestigio ganado durante estos últimos torneos (Oro en un mundial y europeo y plata en otro europeo y Juegos Olímpicos), ha sido derramado y el respeto que causó un grupo que aunaba talento natural con compromiso y entusiasmo, se ha quedado destrozado en añicos por aquellos que si que se creyeron que el favoritismo se demuestra en la pista y con la motivación de incrementar su orgullo derribando al vigente campeón.

El Campeonato ha sido una gran oportunidad perdida de aumentar dicho prestigio. Hasta una medalla de bronce hubiera sido recibida con satisfacción, porque hubiera supuesto que España seguía ahí. Los equipos nacionales, se presentaron en la cita turca sin muchas de sus estrellas, Ginobili y Nocioni en Argentina, Parker en Francia, Nowitzki en Alemania, Papaloukas en Grecia, Jasikevicius y los Lavrinovic en Lituania. El Pseudo equipo que llevó Estados Unidos, merece mención aparte, ya que no fue ninguno de los que se quedaron Campeones Olímpicos en Beijing 2008. Además el desarrollo del propio Mundobasket, también sonreía a los españoles, puesto que un resultado extraño en la fase de grupos, evitó un posible cruce con los americanos –no era un Dream Team, pero estuvieron invictos en la preparación- hasta la final.

Pero una España, pesimamente dirigida desde el banquillo y con unos jugadores sin capacidad de reacción y demasiado confiados en que con su talento irían superando trabas, se colapsó y cayó en el cruce de cuartos de final, aquel que históricamente ha sido maldito y que nos hacía luchar por el quinto puesto, que acarreaba un sinfín de excusas “ Ganamos todos los partidos y tuvimos la mala suerte de cruzarnos con USA (Atenas 2004) o “es que como nos iba a meter Nowitzki esa canasta si no quedaba tiempo" (Eurobasket Belgrado 2005)

España en Turquía, se ha mostrado apática, siempre a remolque en el marcador, sin compromiso. El banquillo era una muestra de caras serias, sin apenas jugadas que levantaran a una a todos sus inquilinos, nada de la contagiosa alegría. Si Otrora, el combinado nacional daba envidia por la aportación de todos sus jugadores, la cita otomana, se ha caracterizado, por un escaso juego colectivo y bajo nivel táctico, por un compromiso visto solo en momentos puntuales, por que no había muchos jugadores que quisieran a la vez, por la falta de dar un paso delante de hombres importantes como Marc Gasol o Ricky Rubio, o la constatación del bajo nivel de otros como Raul López o Garbajosa, muy lejos de la sombra de lo que fueron.

Tres de los miembros del quinteto titular, muy por debajo de su nivel.

Ante un fracaso tan rotundo, lo normal es pedir cabezas a diestro y siniestro y querer instaurar una revolución total. Lejos de ser tremendistas, lo cierto es que parece muy poco probable que de los 6 jugadores que en este mundial superaban la treintena, repitan en las Olimpiadas de Londres 2012, por lo que cierta regeneración se hace necesaria. Algo más lejano, pero ya empezada la cuenta atrás, se sitúa el Mundial de 2014, del que España será anfitrión y en el cual se ha de dar obligatoriamente una gran imagen a nivel deportivo, puesto que España será el tercer país que repita organización mundialista. A eso le añadimos, que la selección nacional de fútbol, defenderá el título conseguido este verano, por lo que acaparará, más aun si cabe, toda la atención mediática, por lo que un fracaso/decepción del basket, podría sumirlo de nuevo, en el más absoluto de los olvidos.

Si bien desde la final de Saitama 2006 se ha ido introduciendo paulatinamente, una sucesión de nuevos jugadores (Ricky, Llull, San Emeterio), que parecía que rejuvenecía el equipo sin perder un ápice de calidad, el mal juego de unos y el poco peso de los otros. (Claver, lleva dos años siendo completamente infrautilizado), hacen que surjan dudas en futuras competiciones cuando lleguen los momentos calientes y decisivos para la clasificación final.

El grupo ha perdido una ocasión enorme de hacer algo en el mundo del baloncesto, sin su máxima referencia, dando imagen de equipo vulgar y vulnerable. Y esto ha de tener consecuencias en futuras competiciones, tanto por que otras selecciones nos hayan perdido el miedo, como por que este sexto puesto será una losa que llevar en la mochila, en forma de presión.

Nada más concluir el XVI Mundobasket, podemos ver dos manifestaciones de dos pesos pesados del equipo, diametralmente opuestas. Mientras Rudy Fernández, se mostraba decepcionado por el campeonato y manifestaba que este proyecto no estaba acabado, el capitán Juan Carlos Navarro, que no puede dejar manchar su formidable palmarés, si ve que no tiene garantías de luchar por estar en el pódium, declaraba que al año que viene estaría si el cuerpo se lo pedía y la cabeza está bien. Muy ambiguo el de Sant Feliu. Y mala señal, si no tiene la garra de querer enmendar cuanto antes este desaguisado, a pesar de ser él de los pocos que se salva, en cuanto a aportación individual. Si los seleccionados siempre han dicho durante estos años, que ir a la Selección en verano, era pasarlo muy bien, que era una gran familia, que podían reunirse con los amigos y ahora el capitán tiene sus dudas, algo pasará por su mente, quizá una repentina retirada de la roja. Lógico que lo piense el hombre que lo ha ganado absolutamente todo en Europa.

Quizás esas declaraciones se queden en nada, una vez que su amigo Pau Gasol si parece que quiere ir al Europeo de Lituania 2011 (al finalizar el campeonato de Polonia 2009, decía que no sabía si acudiría este verano). Visto que solo habrá dos plazas directas para los JJ.OO de Londres 2012, habrá hecho recapacitar al catalán, ya que la ausencia en la ciudad inglesa del baloncesto hispánico, sería otro rotundo fracaso.

Quizás Pau, ha visto que disputar un preolimpíco en 2012, saturaría un ya de por si apretado y exigente calendario y no sería muy aconsejable en la recta final de su carrera y por eso haga el esfuerzo de ir a Lituania. Necesario será su concurso, si queremos volver a conseguir un Oscar a la mejor película o al mejor guión.