Después de toda la sucesión de hechos relacionados con el Pabellón Principe Felipe/José Luis Abos, explicada en el post anterior, jamás pensé que tuviera que dedicarle una segunda parte, -aun más dantesca-, dado que ha habido acontecimientos muy tristes en este tema.
Tras el anuncio del cambio de denominación del Pabellón, donde juega sus partidos de local, el Basket Zaragoza 2002, publicó el mismo día 24 de julio este comunicado en su página web, donde recalca, que será un orgullo jugar en esa instalación con ese nombre.
Cuando ya solo faltaba que la nueva nomenclatura fuera haciendose hueco poco a poco en carteles de la ciudad, webs de páginas de autobuses, mapas impresos que se dan en las oficinas de turismo, etc, el club sorprendentemente, publico a la semana siguiente, un nuevo comunicado, en el que dice textualmente que no puede estar de acuerdo con este cambio de nombre
Comunicado tras saberse el cambio de denominación |
Comunicado una semana después |
¿Que pasó en esa semana, para esa huida hacia adelante? ¿Que llamada recibieron en Zurita -sospecho que más de algún consejo de administración que de concejales enervados- que les hicieron claudicar de esta manera? ¿Porque no se posicionaron el mismo día 24 de julio? ¿Que contrato pudo haberse bloqueado?
La afición se siente traicionada por su propio club. Las reacciones de los abonados en twitter, no se hicieron esperar y quien más quien menos, mostraba cierta repulsa y mucha verguenza por lo que había hecho la directiva del club de sus amores. Abonados de muchos años, seguidores con muchos kilometros a sus espaldas para apoyar al equipo, manifestaban su profunda decepción. Ejemplos hay miles, es tan fácil como bucear en la red del pajaro azul. Miembros de la prensa que siguen al equipo, tampoco entendían esta sumisión de la entidad.
Tal ha sido el ataque a la dignidad del abonado, que hay quien no ha dudado en devolver el carné de abonado, como el Paralímpico aragonés, Javier Hernández Aguiran, "el Sepia", en un acto que demuestra su valentía y su honradez.
Gente del baloncesto de fuera de Zaragoza como Antoni Daimiel o Quique Peinado, se hacen bruces con la incoherencia del club aragonés.
El 2 de noviembre, el basket Zaragoza daba a conocer las medidas que iban a tomar, para homenajear al que había sido su empleado y buque insignia de su proyecto. ¿Porque 9 meses despúes, los abonados no hemos visto esa camiseta retirada? ¿Han hecho realmente todas las gestiones? ¿No era buen momento el XXV aniversario del Pabellón, donde durante un fin de semana, hubo visitas guiadas? ¿Fue torpeza -una más- del club o también desde el Ayuntamiento torpedearon el hecho de que haya una camiseta colgada?
En el último partido de liga disputado ante GBC Guipuzcoa, el speaker nombró al acabar aquel, al entrenador Abos. ¿No fue también una instrumentalización de la memoria de Pepelu, para evitar una pitada que se había ganado el equipo por su mediocre temporada? Mediocre, SI, porque si te barren en la primera mitad, los tres rivales que tienes en la lucha por el playoff, es mediocre y no has luchado todo lo mínimamente exigible.
Siempre que hay una comparecencia pública del presidente, Reynaldo Benito, dice que el activo más importante del club, es su masa social. Palabras que siempre han sonado huecas, porque los aficionados nos hemos sentido ninguneados por el club constantemente. ¿Va a seguir Reynaldo con ese discurso? Pero tranquilo, presidente, esta masa social es bastante mansa y salvo algún pitido discontinuo y aislado, la gente querrá ver baloncesto y se olvidará pronto del tema.
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